domingo, 29 de mayo de 2011
La gente, como su árbol sagrado
Cuando la gente se pinta con los tintes que provienen de su árbol sagrado está declarando que entiende las condiciones de la existencia y se adhiere a ellas.
Cualquier ser vivo está sujeto a las mismas condiciones
Si hemos materializado tenemos un organismo físico y necesidades de respiración, alimento, bebida, temperatura, etc. Luego deseamos continuidad, de modo que nos reproducimos para tener continuidad en el tiempo.
Todo ser vivo tiene una conciencia de sí mismo, una preservación de su Yo, por lo que se protege y defiende de diversas maneras.
Luego, los afectos, los lazos afectivos. La comunicación. El conocimiento, y por último, la realización de la trascendencia.
Todo ser vivo tiene una conciencia de sí mismo, una preservación de su Yo, por lo que se protege y defiende de diversas maneras.
Luego, los afectos, los lazos afectivos. La comunicación. El conocimiento, y por último, la realización de la trascendencia.
Niveles de interés
El interés más básico es el interés en uno mismo. Más bajo que éste es el no interés en uno mismo.
Por encima de aquél está el interés en nuestro círculo inmediato.
A medida que ascendemos mentalmente, que crecemos, que evolucionamos, se amplía nuestro interés, hasta alcanzar el todo. De no ser así, debemos volver a nacer hasta lograrlo, diría Buda.
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